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Actualizado: 2018-03-16 |
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R�brica
Culpables, aunque se demuestre lo contrario
Por Aurelio Contreras Moreno
En Veracruz, el principio de presunci�n de inocencia que se supone es uno de los principales basamentos del renovado sistema de justicia penal, es letra muerta para las autoridades encargadas de la procuraci�n de justicia.
Ante la crecida medi�tica por la probable ejecuci�n extrajudicial de dos mujeres menores de edad a manos de polic�as estatales el pasado 10 de marzo en el municipio de R�o Blanco, el fiscal Jorge Winckler Ortiz sali� a despedazar este principio y el del debido proceso, con tal de proteger la imagen del gobierno de su jefe, el gobernador Miguel �ngel Yunes Linares.
En violaci�n flagrante de la Ley General de V�ctimas, el fiscal Winckler criminaliz� hasta la saciedad a las j�venes de 16 y 14 a�os Nefertiti y Grecia Camacho, acribilladas por elementos de Seguridad P�blica hace cinco d�as. No s�lo por asegurar que formaban parte del crimen organizado sin que haya concluido la investigaci�n, sino por revelar datos personales e incluso familiares de las adolescentes muertas.
Con la velocidad que s�lo tiene para atender los casos con repercusiones medi�ticas y pol�ticas para el gobierno yunista, el fiscal asegur� que en menos de cinco d�as reunieron pruebas �cient�ficas� de que �hubo un uso proporcional de fuerza letal por parte de los elementos de Seguridad P�blica del estado, al repeler una agresi�n directa con armas de fuego que pon�a en riesgo su integridad f�sica y la de las dem�s personas�.
Con el pretexto de atender los �principios de m�xima publicidad�, por existir sobre el tema �un inter�s preponderante de la sociedad en su conjunto�, en un mensaje controlado para medios, en el que no hubo preguntas, el fiscal Winckler revel� datos e im�genes de la investigaci�n �algunos de los cuales ya hab�a filtrado a la prensa-, incluidos los cad�veres de las j�venes a las que desde ahora, sentenci� como culpables, sin necesidad de la engorrosa intervenci�n de un juez.
Erigi�ndose en persecutor y a la vez en tribunal, el fiscal determin� que �no hay un solo indicio de responsabilidad que se le pudiera atribuir a los elementos de Seguridad P�blica� sobre los que existen se�alamientos acerca de su probable participaci�n en una ejecuci�n extrajudicial, a partir de una imagen en la que una de las j�venes todav�a estar�a con vida, sentada en el pavimento frente a uno de los polic�as, y que en otra fotograf�a aparece muerta y con el cuerpo ensangrentado. Winckler afirm� que la primera imagen estaba �posiblemente manipulada a trav�s de retoque fotogr�fico� y advirti� que buscan al autor de la misma para llamarlo a declarar.
A diferencia de muchos otros casos en los que la Fiscal�a veracruzana se reserva hasta los m�s m�nimos y superfluos detalles, escud�ndose en el principio del debido proceso, en �ste eso no import�, por una sencilla raz�n: la consigna era proteger a los polic�as. Y de paso, descalificar a los medios de comunicaci�n y los periodistas que se atrevieron a cuestionar la posibilidad de una ejecuci�n a mansalva, a los que Winckler acus� de darle �una connotaci�n morbosa y
distorsionada a los hechos�, y �exigi� hacer �la aclaraci�n respectiva con los datos, hechos, pruebas y dict�menes aqu� presentados�.
El doble rasero para la procuraci�n de justicia en Veracruz, que no mide de igual manera a todos los ciudadanos, ha sido una constante desde que asumi� el poder Miguel �ngel Yunes Linares y coloc� en la Fiscal�a a su abogado personal, cuya autonom�a es inexistente y est� al servicio de los intereses del titular del Ejecutivo, y no del cumplimiento estricto de la ley.
Asimismo, es un hecho comprobado que dentro de la corporaci�n policiaca estatal permanecen elementos que delinquieron en el pasado y delinquen en la actualidad, como lo demuestra la detenci�n en los �ltimos dos meses de 19 de ellos en Xalapa y otros ocho en C�rdoba por el delito de desaparici�n forzada.
M�s all� de especulaciones, y al afirmar la propia Fiscal�a que las personas abatidas ten�an nexos con el crimen organizado, es necesario que sea la justicia federal la que atraiga el caso. No porque sea m�s confiable. Sino porque al menos podr�a ser un poco m�s imparcial.
En Veracruz, para la autoridad los ciudadanos somos culpables, se compruebe o no lo contrario, si as� les resulta conveniente.
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