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Viernes 29 de marzo de 2024
Cascarones vac�os

Actualizado: 2020-09-25
EL PODER DEL PUEBLO

Cascarones vac�os

Lic. Rub�n R�os Uribe

Confirmando que la buena literatura es intemporal, hace m�s de medio siglo el escritor Jorge Ibarg�engoitia escribi� la novela �Maten al le�n�: la historia del presidente de la isla de Arepa, Manuel Belaunzar�n y su irrisoria oposici�n pol�tica, que no por ser ficticios -isla, presidente y opositores- carec�an de elementos que abundaban y siguen abundando en la vida real.

La historia que fue llevada a la pantalla con las geniales actuaciones de David Reynoso, Jorge Rivero y Ernesto G�mez Cruz incorpora cambios menores, como en toda pel�cula, pero conserva intacta la s�tira del libro.

Arepa representaba a cualquier pa�s de la cuenca del Caribe a mediados del siglo XX, el General en el poder pintaba de cuerpo entero a los dictadores que pululaban en Am�rica Latina en esa �poca y sus opositores� bueno, sus opositores se parecen mucho a los que tenemos hoy en d�a y que fueron la raz�n por la que me acord� de �Maten al le�n�.

La fina iron�a de Ibarg�engoitia dibuj� a unos opositores en minor�a, timoratos, indecisos, encogidos, frustrados, ambiciosos de dinero m�s que de poder �so�aban con que el dictador pactara con ellos-, temerosos de perder sus privilegios y, sobre todo, la fuente de sus desgracias: incapaces de lograr una aut�ntica base popular. Hasta el nombre les viene bien, porque eran del Partido Moderado y �moderado� es pariente de �conservador�.

Pero ni siquiera la f�rtil creatividad del escritor pudo imaginar la comicidad involuntaria, el rid�culo de pena ajena, de nuestra oposici�n actual: casas de campa�a vac�as colocadas en una de las principales calles del pa�s para simular un apoyo popular que no se tiene y que, siendo realistas, tampoco van a lograr de esa manera.

Casas de campa�a que son cascarones vac�os, equivalentes pol�ticos de espantap�jaros rellenos de paja y s�mbolo perfecto de aquellos que las mandaron a instalar: vac�os de ideas, vac�os de convicciones, vac�os de compromiso �ni siquiera ellos durmieron ah�-, vac�os de autoridad moral.

El suyo es un movimiento con seguidores de utiler�a.

Nos hace falta Ibarg�engoitia para encontrar las mejores palabras que los describan en su absurdo, en su hipocres�a, en su desesperaci�n, en su derrota anticipada, en el miedo que se les adivina en la mirada, en su tragedia anunciada del 2021, del 2022 y del 2024.

Dem�crata, como me considero, pienso que las casas de campa�a vac�as no dejan de ser un espect�culo triste. Al pa�s le vendr�a bien una oposici�n con otro nivel. Una de primer mundo, que debata ideas, que proponga rutas, que se�ale leg�timas diferencias. Pero �salvo muy pocas excepciones- los que tenemos, no entienden que no entienden.


*Diputado local. Presidente de la Mesa Directiva.
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