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Actualizado: 2020-10-19 |
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El general ca�do
Parlamento Veracruz
Juan Javier G�mez Cazar�n
La ca�da de un funcionario corrupto normalmente se acompa�a de un ambiente de fiesta entre las mujeres y los hombres de bien, quienes recibimos la noticia con la natural alegr�a que acompa�a saber que se ha hecho (o se est� haciendo) justicia.
Pero no hubo jolgorio en el encarcelamiento del general Salvador Cienfuegos. Ni siquiera el presidente Andr�s Manuel L�pez Obrador lo festin�. �Por qu�? �No deber�amos estar contentas y contentos?
El encarcelamiento de alguien que traicion� sus juramentos a la Patria sin duda nos satisface por la confirmaci�n impl�cita de que la �poca de impunidad se ha terminado en nuestro pa�s. Nos reconforta saber que quienes antes se habr�an salido con la suya ahora est�n pagando.
Pero trat�ndose del exsecretario de Defensa, la revelaci�n necesariamente contiene un componente doloroso. Ya est� en la c�rcel. Pero, �en manos de qui�n estaba el pa�s? �C�mo �l, precisamente �l, que representaba a una de las instituciones m�s admiradas, respetadas y queridas por mexicanas y mexicanos de todo el espectro ideol�gico?
Un hombre de 72 a�os que sirvi� al Ej�rcito por medio siglo, que alcanz� el mayor honor al que puede aspirar un soldado y que ahora podr�a pasar el resto de su vida con un traje naranja de reo federal en Estados Unidos.
Lo dicho: hay m�s tristeza que alegr�a en el caso de Cienfuegos.
Justo la reacci�n del Presidente refleja el significado de este descubrimiento terrible. Y su reacci�n fue de mesura, de llamado a la serenidad y de no caer en el juicio r�pido que cuestione la honorabilidad de nuestras Fuerzas Armadas como instituciones, m�s all� de las malas conductas de alguno de sus uniformados.
Personalmente, lo digo convencido: a pesar de lo que acabamos de ver, creo que nuestras Fuerzas Armadas representan un basti�n de confianza para M�xico y que en ellas sirven mujeres y hombres admirables por su entrega a la Patria en tareas delicadas, peligrosas y demandantes.
Que ser�a injusto achacarles a ellas y ellos alguna culpa de quien alguna vez fue su comandante.
La otra reflexi�n inevitable es preguntarnos: Si eso era por cuanto hace al Secretario de la Defensa, �qu� podemos esperar de las dem�s �reas de Gobierno en el r�gimen anterior?
No es que seamos ingenuas e ingenuos. Desde luego que ya sab�amos que hab�a un nivel de corrupci�n atroz. Lo que pasa es que confirmarlo a este grado no deja de ser penoso.
*Juan Javier G�mez Cazar�n*
Diputado local del Congreso de Veracruz, presidente de la Junta de Coordinaci�n Pol�tica. |
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