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Jueves 28 de marzo de 2024
�En verdad, las ciudades judiciales causaron el d�ficit del poder judicial?

Actualizado: 2021-07-15
FELIPE DE JES�S FERN�NDEZ BASILIO

DESDE A JANELA

�En verdad, las ciudades judiciales causaron el d�ficit del poder judicial?

Lo interesante de centrarse en un solo acontecimiento, con esta ya llevamos tres semanas tratando sobre el no tan inexplicable pero s� nefasto cierre de 29 juzgados de primera instancia en Veracruz, es que podemos seguir de cerca y con mayor profundidad el asunto.

Y pues resulta que ahora la culpa del cierre de los juzgados la tiene la construcci�n de ciudades judiciales a lo largo y ancho del territorio del estado, ya que estas fueron demasiado costosas y su pago se encuentra fuera del limitad�simo presupuesto que la autollamada �cuarta transformaci�n� le asigna a�o con a�o al poder judicial y como ese pago se tiene que cumplir, pues no qued� m�s remedio que tomar la decisi�n de dejar a la poblaci�n con un acceso mucho m�s limitado del que hab�a para el acceso a la impartici�n de justicia en la parte en la que precisamente hay m�s problemas, la familia.

Si tomamos como punto de partida esa historia, nos daremos cuenta que en apariencia explica las cosas y es que resulta que las ciudades judiciales son un concepto relativamente novedoso tanto en el estado como en el pa�s en general y se empezaron a construir en Veracruz en este siglo, primero de manera lenta en las principales ciudades y recientemente de golpe en casi todos los distritos judiciales de la entidad.

Lo malo del asunto es que toda esa obra p�blica se contrat� y construy� antes de que fueran �transformadas por cuarta ocasi�n� la vida p�blica del pa�s y del estado y por ello seg�n la �verdad revelada� en estos tiempos, se hizo con mucha corrupci�n y enriqueciendo de manera il�cita a muchos funcionarios del pasado en su proceso y ello provoc� que ahora las arcas del poder judicial se encuentren vac�as.

Por supuesto que esto �ltimo no es descartable, ya sabemos c�mo se han hecho siempre las obras en M�xico y lo poco que se hace en estos tiempos tampoco es la excepci�n; lo que s� es una constante es que todo lo que se relaciona a corrupci�n en los tiempos anteriores a la cuarta transformaci�n no pasa de ser mera rumorolog�a sin que se documente y sobre todo se haga p�blico en que consiste esa corrupci�n y en este caso tenemos que pasa exactamente lo mismo, ya que no hay un solo informe p�blico en relaci�n tanto a las licitaciones como al desarrollo de la construcci�n de las ciudades judiciales.

Regresando a la historia y su aparente credibilidad, pues resulta que la mayor parte de las ciudades judiciales se encargaron y construyeron durante la �ltima administraci�n del poder judicial previa al arribo del actual gobierno la cual fue encabezada por Edel �lvarez Pe�a, quien no goza precisamente de la mejor de las reputaciones y lo cual se constata porque durante su trayectoria lo mismo sirvi� a Fidel Herrera que lo hizo magistrado como a Miguel �ngel Yunes Linares quien lo hizo presidente del tribunal y adem�s sali� de manera m�s que airosa del poder judicial con la 4t y casi todos sus ayudantes en el retiro tienen una vida bastante acomodada, la cual desde luego que no cuadra con las percepciones de los cargos p�blicos que desempe�aron.

Despu�s llega a la presidencia del poder judicial la primera de las designadas por el gobierno actual Sof�a Mart�nez Huerta, quien al resentir los recortes presupuestales decide suspender injustificadamente los pagos de las obras y al parecer eso le crea conflictos, mismos que provocan su ca�da a trav�s de maniobras ilegales para al final poner de la misma forma a la marioneta que espuriamente est� ahora pero que adem�s carece tanto de poder que desde Finanzas le impusieron a una administradora que maneje los recursos en paralelo.

Como se pueden dar cuenta amables lectores, esa historia en apariencia explica el porqu� de la crisis financiera que atraviesa el poder judicial veracruzano; pero si la revisamos bien, nos daremos cuenta que deja de tener sentido al centrarse en aspectos menores como lo son el que pudo haber enriquecimientos il�citos al principio, que si despu�s se incumplieron las obligaciones contractuales o que si ahora se cierran los juzgados para tratar de balancear el d�ficit que se est� generando al contar con presupuestos muy cortos aprobados por los otros poderes y es que es en esto �ltimo en donde est� el meollo del asunto, ya que se recorta el presupuesto en donde no debe de recortarse y ese es todo el problema.

Para que quede claro este asunto, les comento que las ciudades judiciales y los juzgados extintos no son un capricho, son una necesidad y la obligaci�n fundamental de todo Estado es conocer y satisfacer las necesidades de la poblaci�n, luego entonces es absolutamente injustificable recortar presupuestos para dejar de atender esas necesidades.

Las ciudades judiciales tal y como est�n construidas proporcionan un espacio digno y c�modo tanto para usuarios como para trabajadores del poder judicial, ya que son edificios dise�ados ex profeso para satisfacer las necesidades de quienes los utilizan y tan es as� que basta comparar las condiciones en las que operaban antes los juzgados con las actuales para notar la diferencia; ya que anta�o se encontraban en edificios reducidos que muchas veces ni ventilaci�n ten�an adem�s de que en ciudades en las que hay m�s de un juzgado, uno se encontraba en un punto y otro al otro extremo y eso sin hablar de cuestiones b�sicas como el que las actuales ciudades judiciales cuentan con ba�os p�blicos y las m�s nuevas hasta con salas de espera dotadas de asientos, lo cual antes todo eso era inexistente.

As� que como dec�a Salinas: No nos hagamos bolas, las ciudades judiciales se ten�an que hacer y fue un gran acierto el haberlas mandado a construir y la obligaci�n del gobierno es pagar esas obras que son necesarias y adem�s pagar el funcionamiento de todos y cuantos juzgados sean necesarios para llevar el acceso a la justicia a la mayor cantidad de personas en el estado y por ello es que de ninguna manera se puede justificar cualquier clase de recorte presupuestal que obstaculice cualquiera de esas cosas.

Si hubo o hay corrupci�n es algo diferente y en su momento se deber�n de esclarecer los hechos y deslindar responsabilidades, pero ello no es justificante para reducir un presupuesto que cada a�o debe de ampliarse, como lo es el que corresponde al poder judicial en un estado cuya poblaci�n crece y crece y con ella los problemas que esta instituci�n debe de resolver.

En s�ntesis, el verdadero problema est� en la maldita �austeridad republicana�, ya que debido a ella dicen y hacen tantos malabares para justificar la forma en que perjudican a la poblaci�n.

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Twitter: @FelipeFBasilio

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