Extracción avanza en ríos donde hubo inundaciones en el norte de Veracruz
Entre 2018 y 2025, Semarnat recibió 12 solicitudes para dragado o extracción de arena y grava en los ríos Cazones y Pantepec, zonas afectadas por inundaciones.



 


Xalapa, Ver. (AVC/Perla Sandoval).– Las cuencas de los ríos Cazones y Pantepec, donde las lluvias recientes provocaron severas inundaciones en el norte de Veracruz, han concentrado 12 solicitudes de intervención directa en cauces entre 2018 y 2025, ya sea para dragado o extracción de arena y grava, de acuerdo con expedientes de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).


El dragado en el río Tuxpan es la intervención más frecuente en la región, con siete solicitudes durante el periodo analizado. Entre las principales promoventes se encuentran la Administración Portuaria Integral de Tuxpan (API Tuxpan)Andino Terminales México y Operadora CICSA, vinculadas a la operación marítimo-portuaria.


En Álamo Temapache, dentro de la cuenca del Pantepec, se han presentado cinco proyectos de extracción de material pétreo —arena y grava— promovidos por ejidos y particulares asociados a bancos de materiales. 


Los expedientes consultados revelan que la mayoría de los proyectos buscan operar por periodos de 8 a 10 años, principalmente en Álamo Temapache.


Esto significa que las acciones sobre los cauces no son labores temporales de mantenimiento, sino procesos continuos de aprovechamiento cuyos efectos se acumulan año con año.


 Aunque las intervenciones cuentan con autorizaciones ambientales, los especialistas advierten que la remoción excesiva o mal planificada de sedimentos puede modificar la dinámica natural del río y aumentar el riesgo de desbordamientos durante lluvias intensas. 


Riesgos ambientales acumulativos


 “Cuando uno remueve las piedras o arena, esto queda desnudo, es similar a quitar la vegetación en las montañas: cuando llega la lluvia, el agua arrastra todo con facilidad”, explicó Beatriz Torres Beristain, investigadora del CITRO de la Universidad Veracruzana.


 La especialista precisó que no todas las intervenciones son iguales: el dragado puede justificarse como mantenimiento, pero sus efectos se asemejan a la extracción cuando se modifican las profundidades o se rectifican los márgenes del cauce.


Los ríos pierden sus curvas naturales, las que ayudan a reducir la velocidad del agua”, añadió. 


Torres Beristain advirtió que el riesgo se agrava cuando el material extraído se comercializa o se retira más allá del nivel autorizado, porque la obra deja de ser preventiva y se convierte en aprovechamiento disfrazado.


Todos los permisos deben revisarse, sobre todo en las zonas donde han ocurrido inundaciones recientes. Se requieren estudios específicos antes de autorizar nuevas intervenciones”, subrayó.


La investigadora recordó que los impactos son acumulativos: décadas de extracción y pérdida de vegetación han dejado a los ríos sin capacidad natural de contener crecidas.


 “Un cauce con rocas y vegetación puede aminorar los desbordamientos, pero si retiramos esos elementos, el agua pasa sin obstáculos”, dijo. 


Mientras autoridades portuarias y empresas extractivas argumentan que estos proyectos son necesarios para mantener la navegación y la actividad comercial en el río Tuxpan, especialistas y comunidades afectadas reclaman una revisión integral de la política de intervención en cauces.


El llamado se centra en la zona norte de Veracruz, que volvió a quedar bajo el agua esta temporada, en medio de un panorama donde los impactos ambientales y la gestión del riesgo siguen vinculados.