Coatzacoalcos, Ver.- (AVC/Sayda Chiñas) El policía municipal de Jáltipan, Miguel Ángel Navarro Lechuga, y su hija, Marisol Navarro Aquino, están entre las cinco víctimas mortales del atentado armado contra la candidata de Morena a la alcaldía de Texistepec, Yesenia Lara Gutiérrez.

De acuerdo con testigos, el ataque ocurrió mientras la candidata realizaba un recorrido por la colonia Camino a Jáltipan. El oficial Navarro, quien vivía en esa zona, salió a saludarla acompañado de su familia. Fue en ese momento que personas armadas, aparentemente infiltradas dentro del mismo contingente, abrieron fuego.

Miguel Ángel Navarro murió en el lugar. Su hija Marisol resultó herida de gravedad y fue trasladada al Hospital Valentín Gómez Farías, en Coatzacoalcos, donde falleció este lunes. Su hijo, Mario Navarro, resultó herido y fue llevado al hospital. 

Navarro Lechuga tenía más de 30 años en tareas de seguridad. Fue comandante en Texistepec y, actualmente, formaba parte de la Policía Municipal de Jáltipan. El domingo no se encontraba en servicio ni portaba arma. Esperaba cumplir con sus años de servicio para retirarse.

Marisol Navarro Aquino colaboraba en el Concejo Municipal, como secretaria particular de la titular, Nancy Leaños Fernández. Su muerte generó múltiples muestras de duelo en redes sociales, donde amigos y conocidos expresaron su consternación.

La familia informó que los cuerpos de ambos serán velados esta tarde, e hicieron un llamado a la población a acompañarlos en el duelo.

Además de Yesenia Lara y los Navarro, en el atentado también perdieron la vida Aarón Nolasco Reyes, sobrino político de la candidata, y Silvestre Melquiades Domínguez, simpatizante de Morena y hojalatero de 54 años, quien falleció en el hospital de Oluta.

La Fiscalía General del Estado continúa las investigaciones, en medio de un clima de creciente violencia política en el sur de Veracruz. Se espera la llegada de fuerzas federales para reforzar la seguridad en Texistepec e iniciar labores periciales.

Cabe mencionar que, días antes del atentado, en el mismo municipio se registró un enfrentamiento entre campesinos y civiles armados en las instalaciones de la Unidad Minera, donde persiste una disputa por el control de residuos de petróleo y azufre.