Xalapa, Ver. (AVC) Juan Carlos —nombre ficticio por seguridad— relata lo que significa competir como juez en funciones en una de las zonas más violentas del estado. Hasta hace unos meses no tenía redes sociales, pero la reforma judicial lo obligó a exponerse. Si no consigue votos este 1 de junio, perderá su trabajo. “Con estas nuevas reglas tienes que darte a conocer porque necesitas un voto, por lo menos alguien debe saber que existes”, dice Juan Carlos, juez de control que, hasta ahora, se había mantenido en discreción por razones de seguridad. La entrevista es parte del Observatorio IBERO sobre la elección judicial 2025 en Veracruz. Presiones, chantajes y ofertas indebidas Desde el inicio de su campaña, el 29 de abril, ha recibido propuestas que rayan en lo ilegal: ciudadanos que condicionan su voto a favores judiciales, abogados que piden privilegios en audiencias y comerciantes investigados que quieren “ayudar” a cambio de impunidad. “Uno me ofreció 160 mil pesos. ¿Cómo acepto eso si después tengo que juzgarlo?”, revela. Promesas, medios y manipulación Otro caso fue el de un hombre que se ofreció a organizar ruedas de prensa con medios locales. Cuando Juan Carlos investigó, descubrió que también enfrenta un proceso penal. “No puedo aceptar apoyo de alguien que podría estar en mis audiencias”. También ha sido blanco de ataques: tras dictar sentencia condenatoria en un caso de robo, un abogado subió un video a redes pidiendo que la gente no vote por él. Sin licencia, sin garantías y con miedo El Consejo de la Judicatura del Poder Judicial de Veracruz prohibió que jueces en funciones pidieran licencia para hacer campaña. Juan Carlos no puede dejar de trabajar mientras busca votos en una elección donde hay 262 candidaturas para 98 cargos judiciales. “He ido solo a comunidades. Una vez me reconocieron y no sabía si me iban a reclamar o a agradecer”, relata. A pesar del riesgo, no ha solicitado protección oficial. Desigualdad y desánimo Para Juan Carlos, no hay piso parejo. “No se vota por trayectoria, se vota por quien va y saluda. Fui a un foro y parecía un concurso de popularidad.” En su distrito hay 168 candidatos; ni siquiera los conoce a todos. Campaña con ahorros, sin garantías Con casi 20 años en el Poder Judicial, costea su campaña con sus ahorros. “Estoy gastando mi dinero para seguir trabajando. Si no gano, me quedo sin empleo.” Aunque confía en el OPLE, sabe que no podrá vigilar sus votos. “Uno está a la buena voluntad de las instituciones. No me queda más que confiar”, concluye.
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