Xalapa, Ver.- (AVC/Perla Sandoval) El académico y aspirante a la rectoría de la Universidad Veracruzana (UV), Jorge Manzo Denes, cuestionó severamente la decisión de la Junta de Gobierno de extender por cuatro años más el periodo de Martín Gerardo Aguilar Sánchez como rector de la institución, al considerar que se trata de un acto carente de legitimidad, con implicaciones jurídicas, éticas y políticas que afectan a toda la comunidad universitaria.

En un comunicado dirigido tanto a la comunidad universitaria como a la sociedad veracruzana, Manzo sostuvo que la resolución representa un agravio sin precedentes y una traición a los principios de legalidad, autonomía y pluralidad que han caracterizado históricamente a la UV.

Manzo recordó que la Junta de Gobierno actuó en sentido contrario a lo expresado por el Consejo Universitario General —la máxima autoridad colegiada de la universidad—, que en su última sesión se pronunció en contra de la prórroga al considerar que no existe sustento legal y que la medida dañaría la institucionalidad.

El aspirante también acusó que la decisión de otorgar la prórroga cierra arbitrariamente el acceso a un proceso abierto y equitativo, dejando fuera a quienes legítimamente aspiraban a contender por la rectoría.

En sus palabras, esto constituye una exclusión institucionalizada que socava los derechos humanos y frena la posibilidad de renovación y alternancia al interior de la UV.

Manzo Denes advirtió que el trasfondo ético de la decisión es aún más preocupante, pues representa —dijo— una ruptura con la tradición democrática y crítica de la Universidad Veracruzana.

Alertó que la permanencia del rector bajo estas condiciones puede conducir a una institución fracturada, debilitada y sin capacidad de crecimiento académico ni social.

Finalmente, el académico exigió a cada uno de los integrantes de la Junta de Gobierno que rindan cuentas públicamente por su voto, al considerar que no debe haber responsabilidad colectiva sin consecuencias individuales. Pidió transparencia total, explicaciones fundamentadas y apertura al escrutinio de toda la comunidad.

“Defender la autonomía universitaria no es solo una consigna: es una tarea urgente, ética y colectiva. La Universidad Veracruzana merece un rectorado legítimo, designado con base en la legalidad y el respeto a su comunidad”, concluyó.