Poza Rica, Ver. (AVC/Misael Olmedo).– Desde hace cinco años, el Programa Municipal de Desarrollo Urbano de Poza Rica de Hidalgo advirtió la urgencia de concluir el muro de contención del río Cazones, una obra que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) dejó inconclusa.
El plan, aprobado por el Cabildo en 2019, señaló que la conclusión del muro era esencial para mitigar los efectos de las crecientes del río, que históricamente ha provocado inundaciones en la zona norte del estado. El documento estableció que el proyecto requería gestionar recursos financieros, la validación del proyecto ejecutivo por parte de la Dirección de Obras Públicas y los trámites correspondientes ante Conagua.
Actualmente, el muro presenta un tramo inconcluso de 200 metros, en el sector Quebradora de la colonia Morelos, lo que deja sin protección a cientos de viviendas asentadas en la ribera del río. Esta situación quedó en evidencia tras las inundaciones recientes, que provocaron graves daños y la pérdida de pertenenciasentre las familias que habitan en esa zona.
Un riesgo latente en Poza Rica
El municipio de Poza Rica ha sufrido inundaciones severas como la de 1999, cuando el frente frío número 5 y la tormenta tropical 11 provocaron un desastre en la región norte de Veracruz. En 2005, con el paso del meteoro Stan, se registraron cuantiosas pérdidas materiales, aunque sin víctimas mortales gracias a las acciones preventivas.
El río Cazones ha ocasionado inundaciones en al menos 17 colonias de las 95 que existen en la ciudad, habitada por más de 189 mil personas. Los estudios técnicos señalan que el desgaste del muro de contención aumenta el riesgo para más de 5 mil familias.
Las zonas más afectadas por los desbordamientos son las colonias Florida, Villa de las Flores, La Rueda, Gaviotas I y II, Independencia, Lázaro Cárdenas, Magisterios, Los Laureles, Palma Sola, Ignacio de la Llave, Las Granjas, Morelos, Villa Hermosa y Ampliación Morelos.
El Programa Municipal de Desarrollo Urbano recomendó actualizar el Atlas de Riesgos, definir rutas de evacuación y concluir el muro como medidas prioritarias para reducir la vulnerabilidad de la población.
Una obra pendiente desde hace 16 años
La construcción del muro de contención inició en septiembre de 2009, con una inversión de 145 millones de pesos, de los cuales el municipio aportaría 45 millones. El objetivo era proteger las colonias Gaviotas I y II, Lázaro Cárdenas e Independencia. Sin embargo, los trabajos nunca se concluyeron.
Posteriormente se proyectó una segunda etapa de más de dos kilómetros, desde la colonia Lázaro Cárdenas hasta el puente Cazones II, que beneficiaría también a Palma Sola. Se planteó además un bulevar ribereño sobre la estructura, pero la actual administración municipal optó por construir una ciclovía, que fue desmantelada sin haber sido inaugurada oficialmente.
La tercera etapa comenzó en octubre de 2014, cuando Conagua anunció una inversión de 129 millones de pesos para construir 4.3 kilómetros de muro en el margen derecho del río, en beneficio de 14 mil habitantes. El entonces delegado de Conagua, Iván Hillman Chapoy, aseguró que la obra reduciría los daños provocados por las lluvias.
A una década de ese anuncio, la infraestructura sigue sin concluirse, dejando sectores urbanos expuestos a inundaciones como las registradas el pasado 10 de octubre, que afectaron gravemente a las zonas bajas del municipio.
En 2023, el alcalde de Poza Rica, Fernando Luis Remes Garza tomó la decisión invertir 14 millones de pesos en la construcción de una ciclovía, módulos de esparcimiento, andador peatonal y módulos sanitarios en el muro de contención del río Cazones, del km 0+000 al km 1+600, entre los puentes Cazones 1 y 2, obra que nunca fue inaugurada oficialmente y fue desmantelada.
Desde hace más de diez años, las familias que habitan en las márgenes del río han solicitado la continuación del muro, sin obtener resultados. Mientras tanto, el crecimiento urbano y el deterioro de la infraestructura han incrementado la exposición al riesgo.
El documento técnico del plan urbano advierte que es necesario impedir el desarrollo urbano sobre los márgenes del Cazones y reducir la huella urbana en zonas de riesgo, para evitar tragedias como las que Poza Rica ha enfrentado en las últimas décadas.