Arturo López salió a trabajar a Xalapa hace 17 años y ya no regresó, su madre continúa su búsqueda
Arturo López salió a trabajar a Xalapa hace 17 años y ya no regresó, su madre continúa su búsqueda Foto:
Oscar Mart�nez/ Mongabay Latam
Veronica Huerta /AVC Noticias.
2025-12-01.- Todas las noches sin faltar a la cita, María Gabina López Hernández en su imaginación abraza y platica con su hijo Arturo López Hernández desaparecido el 26 julio de 2008, cuando salió a trabajar con un licenciado en esta ciudad capital.
Xalapa, Ver.- (AVC/Verónica Huerta) Desde hace 17 años, todas las noches sin faltar a la cita, María Gabina López Hernández en su imaginación abraza y platica con su hijo Arturo López Hernández desaparecido el 26 julio de 2008, cuando salió a trabajar con un licenciado en esta ciudad capital.
“Busco a mi hijo Arturo López Hernández, desapareció el 26 julio 2008, vino al Centro de Xalapa y ya no regresó” alcanzó a decir María antes de llorar.
Acompañada por una de sus hijas, María informó que en su casa tiene uno de los “muñecos sanadores”, al cual ella llamó “Mi tesoro”, y platica con él.
“Lo tengo en casa, lo abrazo y le pregunto miles de veces ¿En dónde estás hijo? Por favor dime en dónde estas para irte a buscar. Le pregunto: Hijo ¿Cuándo volveremos a abrazarnos? Ven hijo, regresa por favor. Pero nada que viene, son 17 años y no sé absolutamente nada de él”, dijo la madre.
María explicó que Arturo López Hernández trabajó en la Policía Intermunicipal Xalapa- Banderilla- Tlalnelhuayocan, pero en marzo del 2008 el exgobernador Fidel Herrrera Beltrán depuró la corporación, y se quedó sin trabajo.
Para mayo del mismo año, su hijo Arturo consiguió trabajo de chofer con un diputado local pero renunció porque no le pagaba salario.
“A mi hijo le urgía trabajar, tenía un hijo de 4 años, y una hija de dos años; estaban pequeños cuando despareció, ahorita ya son jóvenes, prácticamente no vivieron con su papá” lamentó.
Arturo tenía 26 años cuando comenzó a trabajar con “un licenciado” en Xalapa, y apenas llevaba una semana en esta nueva encomienda cuando desapareció.
“Primero estuvo trabajando con un diputado pero no le pagaba, luego estuvo desempleado un mes, y después me dijo muy contento, ya encontré trabajo con un licenciado; trabajó lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, y el sábado lo vi cuando se fue temprano a trabajar, y ya no volvió”.
Al no contar con teléfonos celulares, la familia creyó que Arturo estaba bien y trabajando y que volvería en los días posteriores.
“Jamás, jamás pensamos que nos fuera a pasar esto de que Arturo desapareciera, no sabíamos ni que era una desaparición, no sabíamos. Nosotros creímos que había salido fuera a trabajar y cada sábado lo esperábamos; decíamos ahora si llega, ya le van a dar descanso, pero no”.
La madre interpuso la denuncia ante la entonces Procuraduría General de Justicia de Veracruz (PGJV) para dar aviso que no sabían nada de Arturo desde el 26 julio 2008.
“La denuncia la puse en el año 2009, yo estaba segura que Arturo iba a venir, pero cuando había pasado un año, sentimos que algo raro pasaba y fuimios a denunciar”.
Después en el año 2020, María se animó a formar parte del colectivo Familias Enlaces Xalapa, y sus fundadores Carlos Saldaña Grajales (finado en septiembre 2024 ) y Victoria Delgadillo la acompañaron a la Fiscalía General del Estado (FGE) a cargo de Verónica Hernández Giadáns.
“Nos dijeron que no existía ninguna denuncia, que no había nada en los archivos, así que volvía a poner la denuncia. Me acompañaron la señora Viky y señor Carlos, En Paz Descanse, y tuve que volver a hacer la denuncia porque no encontraron mi carpeta, ni archivo, ni nada” relató la mujer adulta mayor.
Cabe mencionar que en agosto 2024, la artesana Araceli Ledezma Flores tuvo la iniciativa de crear “muñecos sanadores” elaborados con tela, y los entregó a integrantes del colectivo Enlaces Xalapa con el objetivo de que funcionaran como un paliativo para quienes tienen años sin saber nada de sus padres, hijos, hermanos, esposos, esposas, madres e hijas.
Los muñecos fueron elaborados con ropa de las personas desaparecidas, que aun guardan las familias en espera de verlos un día regresar.
Araceli Ledezma atendió la convocatoria ganada de la fundación Heinrich Böoll, la cual otorgó el recurso para poder llevar a cabo el proyecto de “muñecos sanadores”.