Xalapa, Ver.- (AVC/Sofía Quiñones) Por años, la escena nocturna de Xalapa ha buscado reinventarse. Entre propuestas alternativas, colectivos emergentes y fiestas independientes, un nombre logró consolidarse como referente: Fiscalía 18, un proyecto que inició como banda de DJ’s y que hoy opera como productora y concepto de entretenimiento. Su fundador y director general, Alberto Galicia, explica que la historia del proyecto está marcada por ocho años de organizar eventos, una búsqueda creativa constante y un episodio violento que definió su rumbo.
Los orígenes
Galicia comenzó a organizar eventos desde la preparatoria, cuando era vicepresidente del consejo escolar. Aquellas primeras experiencias le permitieron entender que las fiestas no solo generaban ingresos, sino también comunidad.
Años después, encontró en el estridentismo una inspiración para imaginar una Xalapa culturalmente más sólida. De ahí nació Estudio Caravana, un colectivo artístico que requería financiamiento para sostener sus actividades. La solución fue organizar fiestas “under” en espacios alternativos, como el speakeasy Efímero, durante la pandemia.
Esos primeros DJ sets marcaron el inicio de lo que después evolucionaría hacia Fiscalía 18.
De banda a concepto: el nacimiento de Fiscalía 18
Antes de convertirse en productora, Fiscalía 18 fue una banda. Galicia y sus amigos buscaban combinar música electrónica con géneros inesperados y experimentar con un performance distinto a lo convencional.
La primera presentación ocurrió en Ambarino, donde reunieron a un centenar de personas. Fue la señal de que algo conectaba con el público: una fiesta con identidad, propuesta y un sentido de cercanía.
La historia detrás del nombre
El nombre del proyecto surgió de un episodio determinante.
En 2021, Alberto fue víctima de un atentado con arma punzocortante en el parque La Loma. Recibió ocho heridas y, pese a ello, manejó hasta su clínica del IMSS. Su vehículo fue asegurado como parte de la escena del delito, por lo que tuvo que acudir a la Fiscalía General del Estado, donde abrió una denuncia ante el Fiscal Décimo Octavo.
Desde el hospital, recuerda: “Cuando estaba en el hospital, tuve mucho tiempo para pensar. Estuve a nada de morirme. Y dije: ‘¿Realmente quiero pasar mi vida detrás de un escritorio?’ (en ese momento trabajaba en el DIF). Sentí que tenía una segunda oportunidad y la iba a aprovechar al máximo”.
Mientras intentaba conectarse al wifi de la institución, renombró su celular como “Fisc 18”. Más tarde, durante una reunión para elegir el nombre del proyecto, alguien vio ese nombre en su dispositivo y preguntó: “¿Quién es Fisc 18?”.
La historia detrás del atentado resonó entre el equipo y así nació Fiscalía 18.
El papel de Simón en el proyecto
En la evolución temprana del proyecto, uno de los personajes clave fue Simón, amigo de Alberto desde hace más de 15 años. Tras la salida de los miembros originales, permaneció a su lado y ayudó a consolidar la propuesta cuando Fiscalía aún buscaba su identidad.
“Me di cuenta de que había un personaje que siempre había estado ahí, y ese personaje es Simón”, recuerda Alberto. “Es uno de mis amigos más viejos. Le dije: ‘Hermano, yo quiero seguir haciendo eventos; tú eres muy buen DJ. Ya tenemos un público, es un producto que la gente quiere’”.
Su aportación fue esencial para fortalecer la propuesta alternativa, irreverente e inclusiva que caracteriza al proyecto. Aunque actualmente ya no forma parte de la productora, su impacto permanece en la esencia con que Fiscalía 18 se posicionó en la escena local.
Una apuesta por una fiesta distinta
Para Galicia, Fiscalía 18 es más que una fiesta: es un espacio de expresión libre. A diferencia de los antros tradicionales, el proyecto plantea dinámicas, juegos, temáticas y un ambiente centrado en el público, no en un DJ elevado en un escenario.
“Fiscalía siempre ha buscado ofrecer una experiencia para ser tú mismo, sin discriminación”, destaca. Esa esencia alternativa ha sido clave para construir comunidad.
Aunque el proyecto comenzó con música electrónica, su repertorio se ha diversificado hacia una mezcla orientada a la diversión. Eventos como Disco Inferno, que en su última edición reunió a 462 asistentes, confirman su creciente alcance.
Momentos icónicos de Fiscalía 18
Algunos de los hitos más representativos del proyecto son:
• Su participación en Cumbre Tajín, experiencia que marcó la necesidad de elevar los estándares de producción.
• La fiesta en Mezontle, donde convocaron a 400 personas con un cover de 20 pesos, noche en la que Galicia improvisó un performance que definiría su estilo irreverente.
• Un evento benéfico en apoyo a los Bomberos de Xalapa.
• La pasarela de adopción, uno de los eventos más emotivos, que permitió que varios animales encontraran hogar.
El crecimiento también implicó enfrentar rumores y señalamientos, principalmente tras una relación mediática pasada y por el impacto del proyecto en la escena local. “Fiscalía ha tenido tanto impacto en tan poco tiempo que ha generado envidia”, afirma. A quienes han escuchado chismes les pide una sola cosa: asistir. “Ir a un evento te deja ver quiénes somos realmente”.
La visión a futuro: cultura, entretenimiento y deporte
Hoy, Fiscalía 18 opera como una microempresa con una plantilla fija de entre 15 y 20 personas, además de DJs y colaboradores eventuales. El proyecto busca expandirse más allá de las fiestas. Galicia planea convertirlo en una productora de entretenimiento con líneas de acción que incluyan propuestas culturales y eventos deportivos.
Para 2026, prevén incursionar en actividades como carreras o torneos, bajo la idea de que las personas necesitan espacios de convivencia más allá del consumo nocturno.
Los aprendizajes detrás de Fiscalía 18
Más allá del crecimiento del proyecto, Alberto Galicia reconoce que Fiscalía 18 se ha convertido en un espacio de aprendizaje personal y profesional. Asegura que ha tenido que practicar la humildad, valorar la importancia de delegar y aprender a leer las necesidades del público. “Fiscalía es mi maestría para aprender a tratar a las personas”, afirma.
El proyecto también le enseñó altruismo. A lo largo del camino, han llegado personas que colaboran sin esperar nada a cambio; voluntarios que se suman por convicción, ideas o afecto al proyecto. La pasarela de adopción, los eventos benéficos y las iniciativas comunitarias reforzaron esa visión: una fiesta que también puede generar impacto social.
“Hay personas que han entrado solo porque quieren apoyar, porque confían en nosotros. Eso se agradece muchísimo”, dice. “Si pudiera devolverles el favor, lo haría sin pensarlo”.
Aunque el camino ha incluido críticas, puertas cerradas y momentos difíciles, Galicia sostiene que Fiscalía 18 también ha encontrado aliados, público fiel y una comunidad dispuesta a crecer junto al proyecto.
Para él, ese es el verdadero motor de lo que sigue: construir espacios seguros, creativos y comunitarios, profesionalizar la productora y expandir su visión hacia nuevas formas de entretenimiento. “Hay personas que sí nos quieren ver crecer —dice—, y trabajar a partir de eso es lo que nos mantiene vivos”.