Paola Cortés Pérez
Fotos: César Pisil Ramos
Xalapa, Ver.- En lugar de limitarse a mitigar los efectos del conflicto entre humanos y fauna, Denise Spaan, investigadora del Instituto de Neuroetología de la Universidad Veracruzana (UV), busca comprender y fomentar una verdadera coexistencia, particularmente con monos araña en el sur de México.
La académica desarrolla desde 2023 el proyecto “La emergencia del conflicto humano-fauna: enfocando en coexistencia en vez de mitigación”, financiado por el Programa Ciencia de Frontera impulsado por la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti), mismo que concluirá en noviembre de este año.
El proyecto lo desarrolló a base de observación de los monos y entrevistas a turistas, trabajadores del sector turístico y residentes
“Tiene varios objetivos, pero en general la idea era entender cómo empieza el conflicto entre humanos y fauna, con particular enfoque en mono araña, pues en otras regiones del mundo, como Asia, los conflictos con primates han escalado por décadas, en México el fenómeno apenas comienza a visibilizarse, sobre todo en zonas como Playa del Carmen y Puerto Morelos, donde el desarrollo urbano se ha superpuesto a ecosistemas selváticos”, detalló.
De acuerdo con la investigadora Spaan, los reportes de monos dentro de las ciudades van en aumento, lo que enciende señales de alerta: “Lo que esta investigación quiere es entender cómo evitamos llegar a las situaciones que se ven en el continente asiático, que son problemáticas, que la única cosa que pueden hacer es mitigar el conflicto”.
Una de las principales causas detectadas en la generación de conflictos es la alimentación directa de los primates por parte de las personas: “Cuando empezamos a darles comida, se da pie a situaciones como el robo de alimentos por parte de los monos en predios de hoteles, por ejemplo, el buffet de desayuno que está lleno de fruta fresca ocasiona que los monos bajen, ignoren a todos y se dirigen a comerlas”, relató.
Una de las principales causas detectadas en la generación de conflictos es la alimentación directa de los primates por parte de las personas
Estas interacciones, indicó, no solo representan pérdidas económicas y riesgos sanitarios para los hoteles y restaurantes, sino que también alteran profundamente el comportamiento de los primates, volviéndolos más dependientes y, en ocasiones, agresivos.
Para realizar la investigación, no sólo llevó a cabo observaciones de estas especies, también entrevistó a turistas,trabajadores del sector turístico y residentes para entender cómo las personas –principalmente visitantes nacionales y extranjeros– interactúan con monos y preguntarles ¿por qué los alimentan, solo toman fotos o los tocan?
El siguiente paso del proyecto, compartió, será investigar qué los motiva a alimentarlos: “¿Es para tener muchos likes en las redes sociales? ¿Es una búsqueda de conexión con este animal que se parece a mí porque somos ambos primates?”, cuestiona Denise Spaan.
Ya se registran situaciones como el robo de alimentos por parte de los monos
Además, comentó que la región enfrenta una complejidad sociodemográfica particular: cada mes llegan más de un millón de turistas, entonces sería complicado reeducar a cada una de las personas que llegan de no alimentar a monos, de ahí el reto de establecer normas efectivas de interacción con la fauna local.
A pesar de los desafíos, el equipo avanza hacia el diseño de estrategias de educación y sensibilización que vayan más allá de simples letreros de “no alimentar”, por lo que esperan que sean más certeros, porque todavía se alimenta a los monos.
Spaan mencionó que el estado de Quintana Roo representa un ‘laboratorio natural’ para observar la evolución de estos conflictos y diseñar modelos de convivencia: “La complejidad de esta entidad y la rapidez de la urbanización ha causado que sea un complejo de estudio y apoyar la no mitigación, sino la coexistencia”, finalizó.