Lo peor que puede suceder a víctimas de desaparición es que las olviden: Familiares
Veronica Huerta /AVC Noticias.
2021-05-12.- Alicia Cuevas y Jorge Verástegui coordinaron las historias del libro Tinta para la memoria y Memoria contra olvido, en los que fueron plasmadas las historias de hombres y mujeres que desaparecieron en Veracruz en el 2010.
Xalapa, Ver.- (AVC/Verónica Huerta) A las personas víctimas del delito de desaparición, “Hay algo peor que puede pasarles, y es que los olviden, que la memoria empiece a fallar y los recuerdos de ellos se borren con el tiempo” expresaron familiares que participaron con sus relatos en el libro “Tinta para la memoria” y “Memoria Contra el Olvido”.
Alicia Cuevas y Jorge Verástegui se encargaron de coordinar las historias del libro con 147 páginas en el que fueron plasmadas las historias de hombres y mujeres que desaparecieron en el estado de Veracruz en el 2010, -año en el que se realizó la transición de gobierno entre el exmandatario Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa, ambos emanados del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Partido Verde Ecologista de México (PVEM)- y también en el 2011, 2012, 2013, 2014, 2015 entre otros.
El libro fue financiado por la Fundación del país de Alemania “Heinrich Böll Stiftung” a petición del grupo Buscando a nuestros desaparecidos y desaparecidas en Veracruz, y fue presentado este 10 de mayo en la plaza Sebastián Lerdo.
Alicia Cuevas expresó que su labor consistió en hacer entrevistas con las madres, padres, hijos, hijas, hermanos y hermanas de personas desaparecidas, con el propósito de dar a conocer sus historias.
“Eran personas de carne y hueso como nosotras con una vida particular, que tenían hermanos, hijos, papás, y ahí decimos qué les gustaba, qué no les gustaba, dar a conocer que estas personas estuvieron aquí” expresó Alicia Cuevas quién aclaró que no es escritora, no es académica de alguna universidad, sino que deseo participar en la creación del libro en la que vienen escritas 12 cartas y 2 poemas de las familias.
Alicia Cuevas expresó “soy una ciudadana sensible con el tema de desaparecidos, y tampoco tengo algún familiar desaparecido, sólo quiero ser solidaria. Necesitamos tomar cartas en el asunto, y lo importante sería que todos sintiéramos que el problema de desapariciones es de todos, no sólo de las familias víctimas”.
“¿Hay algo peor que le puede pasar a nuestras desaparecidas y desaparecidos? Sí, lo hay, y es olvidarlos, y no podemos olvidarlos: María Elena Gutiérrez que busca a su sobrino Rafael Espinosa Gutiérrez, y Esperanza Hernández Hernández, madre de Xóchitl Celeste Castañeda Hernández.
En los últimos ocho años, Esperanza siente un miedo constante, lo siente en su corazón, y le ordena de inmediato a su mente recordar la voz de Celeste, desaparecida el 05 de febrero del 2013, en la avenida Xalapa de esta ciudad alrededor de las 09:00 horas, a la edad de 28 años.
Cuando Celeste desapareció sus tres hijas tenían la edad de 8 años, 5 años y una de 8 meses.
“Escribir me ayudó a sacar un poco el dolor que siento, y lo que siempre he tenido miedo es que se me olvide la voz de mi hija, no recuerdo su voz, porque ya son 8 años, es mi miedo más grande, porque en fotografías la sigo viendo. Si recuerdo su voz, pero no quiero que se me olvide. Cuando la sueño al otro día escribo todo para que no se me olvide lo que soñé, y es la única forma de tener cerca a mi niña”, expresó Esperanza con edad de 56 años, dedicada ahora a elaborar pasta de mole para vender.
Esperanza Hernández refirió que el día de la desaparición de Celeste, ella trabajaba en darles de comer a 40 albañiles de una obra, y aunque su hija fue víctima del delito a las 09:00 horas, se enteró hasta las 17:00 horas, porque creyó que estaba con su papá.
“Yo estaba mejor económicamente, yo trabajaba mucho, imagínese que le daba de comer a diario a 40 personas. Paso lo de Celeste y ya no pude más. Las cosas se me caían de las manos, yo me perdí en mi cabeza, que sólo los que hemos vivido este dolor pueden entendernos, que perdemos todo” finalizó Esperanza, quién llevó a sus tres nietas a la presentación del libro.
Por su parte, María Elena Gutiérrez expresó que las familias luchan a diario para encontrar a sus desaparecidos y desaparecidas cuando van a terrenos baldíos a buscar fosas clandestinas, a pegar fotografías en los postes, o exigir justicia a través de manifestaciones y marchas en las calles, sin embargo, era necesario contar las historias con un libro en el que pudieran recordarlos siempre.
“La memoria permite tener el motor para la búsqueda, la memoria nos da fuerza contra el terror. Porque salir a buscar a los desaparecidos es vencer que el miedo que sentimos, es vencer que al salir a buscar nos puede ir peor. Por eso todas las familias que los buscamos hemos dicho que hemos vencido el terror. Pero la memoria permite continuar buscando a nuestros desaparecidos por amor. El libro es memoria que nos permite seguir en la búsqueda” expresó.
María Elena busca a su sobrino Rafael Gutiérrez, desaparecido en Xalapa el 15 de agosto del 2013, a la edad de 37 años, y trabajaba cómo proyectista en el Tribunal Electoral de Veracruz, bajo las órdenes del entonces Magistrado José Lorenzo Álvarez Montero.