Xalapa, Ver.- (AVC/Tania Rivera) En medio de una torrencial lluvia xalapeña que dejó tras de sí un cielo despejado, arrancó este viernes la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) 2022 con la entrega del Premio Latinoamericano de Primera Novela Sergio Galindo al escritor cubano Édgar Sanchez Hernández.

El rector de la Universidad Veracruzana, Martín Aguilar Sánchez bromeó diciendo que "no hay FILU sin lluvia", no obstante el clima declaró sentirse contento por esta fiesta de los libros y deseo que sea "un espacio idóneo para desarrollar la mirada y el pensamiento crítico y un lugar para oír atentamente a las voces venidas de Chile".

México y Chile una gran amistad

Judith Páez Paniagua, coordinadora de esta 27 edición, destacó que tras dos años de pandemia, el retorno a la presencial evidencia "la vocación comunitaria, el encuentro con lo nuestro, con otras personas inteligentes, productivas, sensibles, ávidos de libros, cine, teatro, participar en los movimientos sociales que nos interpelan para la búsqueda de soluciones de nuestro entorno".

Páez agregó la profunda relación diplomática entre México y Chile, este último país invitado, compartiendo el deseo de construir "una patria fuerte, libre y democrática". En ese mismo sentido se sumó en nombre del país sudamericano Jorge Vidal Rodríguez encargado de negocios de la embajada de Chile, quién manifestó que "aunque es difícil hablar de nuestra relación (México/ Chile) Xalapa y Veracruz me lo hacen muy fácil, pues han acogido a nuestros grandes y digo nuestros porque son de México y Chile".

Tras las palabras del diplomático chileno, José Montoya, presidente del jurado del Premio Sergio Galindo dio lectura al acta donde se declaró ganador a Edgar Sánchez Hernández por la novela "Las lluvias de Estocolmo", que destacó entre más de 200 trabajos postulados, debido a que su obra "abreva de la prosa rulfiana", así como por su calidad, innovación y originalidad.

Una lectura más valiente, más sincera y más comprometida

Emocionado, el escritor Edgar Sánchez Hernández subió al estrado donde no sólo agradeció a la Universidad Veracruzana por galardón con que fue obsequiado, sino a los asistentes, quienes son "una prueba viviente de que la literatura tiene excelente salud, en un mundo donde definitivamente los medios audiovisuales están llevando ventaja a la letra impresa".

Con relación a la violencia presente en "Las lluvias de Estocolmo" comentó que tratar esos temas es algo que pocos se atreven pues resulta incómodo porque "sabemos que las grandes editoriales apuestan por algo más complaciente, literatura más comercial pero que está muchas veces alejadas de la realidad que muchos vivimos, es momento de retomar de la responsabilidad de la literatura menos amable, menos complacientes. Los escritores debemos apoyar la verdad, aunque quieran esconderla".

Este compromiso con la realidad no está exento de riesgos, reconoce el escritor tomando como ejemplo el reciente ataque que sufrió Salman Rushdie, autor de "Los versos satánicos", pero agrega Sánchez Hernández "se deben asumir estos riesgos si queremos salvar este espacio donde los jóvenes prefieren irse por películas, series, videojuegos" y finaliza "necesitamos una literatura más valiente, más sincera y más comprometida".