Xalapa, Ver. (AVC/Perla Sandoval) La llamada “guerra contra el narcotráfico” ha servido para justificar los crímenes de lesa humanidad que se perpetran en nombre de la seguridad nacional en México, afirmó el escritor Oswaldo Zavala.

Al presentar su obra “La Guerra de la Palabras. Una historia intelectual del narco en México (1975-2020)”, dijo que este discurso inició en México en 1947 cuando Estados Unidos comenzó a cambiar su estrategia de seguridad y buscó la militarización de México a través de esta urgencia por la presencia del “narco” y que ahora ha evolucionado a la idea del “narcoterrorismo”.

Comentó que parte de la estrategia planteada incluye la creación personajes antagónicos entre policías y “supernarcos” en una especie de novela que nunca acaba mientras se comenten saqueos de recursos naturales, se desvían millonarios recursos al Ejército para la militarización del país, entre situaciones que vulneran los derechos humanos de la población.

“Ver cómo desde Estados Unidos se construyen estas ficciones, estos personajes que se desplazan uno a otro y seguimos distraídos mientras hay saqueo de recursos naturales se desvía el recurso al Ejército y se legitima el crimen ende lesa humanidad en nombre de nuestra seguridad”.

Con la participación de la escritora Raquel Velasco y la periodista Eirinet Gómez, narró que las principales víctimas de esta guerra contra el narco son jóvenes morenos, pobres y no el narco “jet set” que sale en las series que se observan en los tiempos contemporáneos.

“A pesar de las contradicciones y absurdos, este discurso consiguió moldear nuestra imaginación y volver hegemónica una idea del narcotráfico y termina legitimando los crímenes que se perpetran contra la sociedad, especialmente la más vulnerable”, insistió.

Oswaldo Zavala agregó que en México durante las décadas de los años 70 y 80 el traficante aparecía como este personaje pobre que se iba por la vía del dinero fácil y la narrativa era cautelar, como en las películas de los Hermanos Almada o canciones de los Tigres del Norte.

Eso cambió en los 90 cuando Estados Unidos adaptó esta estrategia que nos obligó a reimaginar a los narcotraficantes como grupos globales de la cocaína.

“El lenguaje los comenzó a nombrar de otro modo porque Estados Unidos estaba interesado en militarizar el país (México) y hacer una guerra contra narcotráfico y eso justificó la presencia de los militares en la calle, la extrajudicialización, con la fantasía del gran capo”.

Agregó que el lenguaje que se usa para definir “la guerra contra el narcotráfico” ha sido también impulsada por el periodismo que ha encumbrando a ciertos policías que va completando la “narconovela” que nunca termina.

“Es la historia del policías el súpernarco. Estos personajes tienen un ascenso y una caída y muchas veces son casi destruidos simultáneamente por el sistema que los crea”.

El riesgo —agregó-- es seguir con estas fantasías de seguridad nacional que siempre viajan desde Estados Unidos hacia México sin realmente atender la problemática que genera la violencia en el país.