Poza Rica, Ver.- (AVC) El pasado 2 de agosto, un motín en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Tuxpan dejó ocho internos muertos y diez heridos, exhibiendo deficiencias documentadas desde 2018. De acuerdo con un reportaje de Proceso, las alertas previas de la CNDH sobre violaciones institucionales no fueron atendidas.
Informes de la CNDH desde 2018 Desde 2018, el Cereso de Tuxpan ha sido señalado en los informes del Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria de la CNDH. El diagnóstico identificó fallas en procedimientos disciplinarios, ausencia de normas internas y errores en la clasificación de reclusos, lo que ha comprometido la seguridad del penal.
Problemas persistentes y cobros ilegales El reportaje de Proceso detalla que entre 2018 y 2019 se registraron signos de autogobierno, actividades ilícitas y cobros indebidos a los internos, evidenciando un déficit de control institucional. Mejora parcial sin resolver problemas estructurales En 2023, el penal obtuvo su calificación más alta, 7.0, según la CNDH. Sin embargo, persisten irregularidades como la extorsión a internos y débil supervisión, lo que mantiene alto el riesgo de incidentes violentos.
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