Coatepec, Ver. (AVC/Sofía Quiñones) ) En una habitación bañada por la luz dorada, rodeada de cuerdas, silencios y susurros, Silvana Estrada volvió a cantar para el mundo.

La cantautora veracruzana presentó su segundo Tiny Desk Concert, una de las sesiones más emblemáticas de la cadena estadounidense NPR, donde artistas de todo el planeta muestran su música en formato íntimo.

Con apenas 27 años, Silvana ha recorrido un largo camino desde su natal Coatepec, donde creció entre guitarras, maderas y voces familiares. Su nueva presentación llega acompañada de una noticia que emociona a sus seguidores: el anuncio de su próximo álbum de estudio, fruto de tres años de búsqueda personal y creativa.

“A veces me sentí perdida, pero llego a este momento feliz y renacida”, dijo la artista al adelantar detalles de su nuevo proyecto.

Una voz que no necesita etiquetas

Silvana Estrada pertenece a una generación de músicos que cruzan fronteras sin renunciar a sus raíces. Su sonido mezcla jazz, son jarocho y canción de autor, un territorio musical que ha sabido hacer suyo con voz cálida, melancólica y poderosa.

Su distintivo uso del cuatro venezolano se ha convertido en un símbolo de identidad, al igual que su forma de interpretar el dolor y la esperanza con una honestidad poco común.

Desde el lanzamiento de su primer disco, Marchita (2022), la crítica la ha descrito como una artista capaz de convertir la vulnerabilidad en fuerza. Ese mismo año, obtuvo el Latin Grammy a Mejor Artista Nuevo, confirmando su lugar entre las voces más influyentes de la música mexicana contemporánea.


Del taller familiar a los escenarios del mundo

Hija de una familia de músicos y lutieres, Silvana aprendió desde pequeña que las canciones también se construyen con las manos. Estudió jazz en la Universidad Veracruzana, pero su verdadera formación, ha dicho, ocurrió en los escenarios, entre Veracruz, la Ciudad de México y las giras por Latinoamérica y Europa.

Cada canción suya parece un puente entre mundos: la tradición y la experimentación, la raíz y el futuro. En su nuevo Tiny Desk, esa dualidad se traduce en arreglos minimalistas y una interpretación serena, que revelan a una artista más madura, más luminosa.

“He aprendido que la música no es solo sonido, también es silencio, cuerpo y verdad”, compartió en una entrevista reciente.


Un regreso íntimo, una nueva etapa

El segundo Tiny Desk de Silvana Estrada marca el inicio de una nueva etapa creativa, donde el desarraigo y la introspección dan paso a la reconstrucción. Aunque aún no hay fecha confirmada para el lanzamiento del disco, la artista promete un trabajo que explora la transformación emocional y el renacer tras la vulnerabilidad.

Más allá de los premios y giras internacionales, Silvana sigue conectada con la tierra que la vio crecer. En cada nota, en cada silencio, su raíz veracruzana vibra como un eco que le recuerda de dónde viene y hacia dónde va.