Xalapa, Ver.- (AVC) Bailar es una forma de aceptarnos, de volvernos más sensibles y de conectar con nuestro cuerpo y nuestra esencia, señala la maestra Aranzazú Leonor Limón Villa, quien este fin de semana celebró el trece aniversario de su escuela Atehi, Arte y Movimiento.

“La danza nos permite sanar, reconocernos y celebrar la vida desde el cuerpo”, expresa en entrevista en el Teatro JJ Herrera, en el marco de un emotivo espectáculo que combinó movimiento, energía y espiritualidad.

"Yo les digo a mis alumnas que la danza sana y todas ellas trabajan un dolor y lo trabajan por medio de la danza".

En estos trece años la maestra Limón Villa ha convertido Atehi en un espacio de terapia holística, donde la danza es utilizada como una herramienta de sanación, conexión interior y aceptación corporal.

Durante la presentación, el público disfrutó de un programa que integró distintos ritmos y estilos enseñados en la escuela, interpretados por ocho mujeres de entre 28 y 40 años, quienes a través de su cuerpo transmitieron fuerza, sensibilidad y conciencia emocional.

Subrayó también que el lenguaje corporal es fundamental para desarrollar una energía equilibrada e inteligencia emocional, valores que guían su propuesta artística y terapéutica.

Como invitada especial participó la escuela Mándala, dirigida por Andrea Rangel, que presentó una intervención llena de energía y simbolismo, fortaleciendo el mensaje de la danza como medio de sanación y autoconocimiento.

El público reconoció la calidad escénica y la profundidad del mensaje de Atehi, aplaudiendo el trabajo de las intérpretes y el liderazgo de Aranzazú Limón, quien ha logrado consolidar en Xalapa un proyecto que une arte, movimiento y bienestar emocional.

"Me siento feliz, satisfecha y contenga con todo lo que he logrado porque de aquí salen muchas almas a la Facultad de Danza o ponen su propia escuela y me doy por bien servida".