Mesa de Redacción
¿Qué sucede en el PAN?
Enrique Yasser Pompeyo
En política no existen las coincidencias, reza el dicho popular.
Como lo informaron medios de comunicación este jueves, la oficina de la diputada local Montserrat Ortega Ruiz, que se encuentra dentro del edificio del Comité Directivo Estatal del Partido Acción Nacional, fue vandalizada.
Lo curioso es que nadie vio ni escuchó nada.
Llama la atención que para poder llegar a dichas oficinas se debe pasar, por lo menos, un filtro, pues hay personal en el área de recepción, además de las cámaras de videovigilancia que, curiosamente, habrían estado apagadas.
Pero lo más preocupante es que la dirigencia no tendría intención alguna de acudir con las autoridades correspondientes para presentar la denuncia formal.
Esta situación se presenta luego de que, como lo dieron a conocer medios de comunicación, el Tribunal Electoral de Veracruz (TEV) sancionara tanto al dirigente estatal del PAN, Federico Salomón Molina, como al tesorero Roberto Ramírez Archer, por violencia política en razón de género, discriminación y obstaculización de funciones contra Montserrat Ortega Ruiz, quien es secretaria de Promoción Política de la Mujer en el Comité Directivo Estatal.
Ante los antecedentes y los hechos vandálicos, es demasiada coincidencia.
Lo grave del asunto es que se trata no sólo de un acto violento contra una diputada o una panista, sino contra una mujer.
Como dice la canción: pero qué necesidad.
Porque así como se encuentran las cosas en el escenario estatal de violencia contra las mujeres, este caso no abona en nada y sí perjudica la imagen del PAN y sus dirigentes.
Si Acción Nacional es de lo poco que queda como oposición, este tipo de situaciones le restan seriedad y confianza ante el electorado, pues quedan muchas dudas en el aire.
Pero más allá del tema político, está la violencia contra las mujeres, la agresión contra Montserrat Ortega Ruiz.
Ojalá y todos los involucrados reflexionen, pues de lo contrario, el PAN estará cavando su propia tumba.
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