Dos liderazgos ¿cuál proyecto?
Por: Efraín Quiñonez León
7 de febrero de 2023
Estos parecen ser momentos un tanto extraños. El líder histórico del movimiento democrático de los últimos tiempos en México, el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas, es invitado a participar dentro de un nuevo grupo opositor al régimen político mejor conocido como la 4T, emergente de los escombros del defenestrado neolilberalismo. Cauteloso y prudente, fiel a su costumbre y trayectoria política, el Ing. Cárdenas participa en algunas reuniones, pero recula cuando se trata de hacer público el nuevo proyecto opositor.
Me temo que los próximos meses estarán cargados de nerviosismo entre la clase política y seguramente aumentarán con creces las campañas de lodo. En efecto, líderes y aparatos partidistas se movilizan con el propósito de escalar y ganar posiciones políticas, pues en el mes de septiembre arrancará la madre de todas las batallas políticas por la sucesión, que culminará en las elecciones federales del primer domingo de junio de 2014. Es desde ese mirador sobre el cual adquieren sentido las actuales confrontaciones por el poder.
El presidente López Obrador, fiel a su costumbre, con la visible incomodidad que le causa ser objeto de crítica o, mejor dicho, que su estilo personal de relacionarse con la sociedad en su conjunto y, más aún, que sus propuestas y la administración a su cargo puedan ser observadas señalando las incongruencias e inconsistencias de su proyecto; sobrerreacciona con la inmediatez de la pregunta inquisitoria que le informa que el Ing. Cárdenas integra México Colectivo. Si bien el presidente asegura que respeta al denominado líder de la izquierda moderna de México y que está en todo su derecho de participar con el “ala moderada de los conservadores”, tan sólo por ese hecho el ingeniero pasaría a formar parte del grupo de los adversarios, que no de los enemigos porque el presidente no odia.
No cabe duda que se trata de un grupo opositor o contrario a la actual administración, aunque no necesariamente en todo puede encontrarse en la antípoda del régimen de la 4T. Es verdad que algunas de sus críticas son francamente demoledoras, como la que se esgrime en torno al desastre en el funcionamiento general del gobierno, el autoritarismo que perciben y el extraordinario papel que ahora se le otorga a las Fuerzas Armadas, sin que medie el imprescindible control civil que permita ponderar sus acciones y atajar los excesos a menudo cometidos.
También, se critica la falta de crecimiento económico y aunque el combate a la pobreza (en particular, la extrema) es valorada como correcta, sin duda el método con que se lleva a cabo y los fines político electorales que se persiguen resultan objetables.
Para nadie medianamente informado puede resultar sorprendente que entre el presidente López Obrador y el Ing. Cárdenas existen visiones distintas de lo que se debe hacer. De hecho, la ruptura entre ellos viene de más atrás cuando ambos aún eran militantes y líderes
indiscutibles del PRD. Sin embargo, las diferencias se han ensanchado porque no han sido escasas las observaciones de desaprobación del ingeniero Cárdenas desde el inicio de la presente administración; desde las limitaciones en el terreno de la economía (aunque reconoce los imponderables en un contexto de la pandemia provocada por el covid-19), la inseguridad y la pobreza, como la desigualdad imperantes en el país. Desde luego, hay acciones del actual gobierno que no pueden desdeñarse o simplemente oponerse porque las emprende y no se está de acuerdo con él. Proyectos de desarrollo como los que se están llevando a cabo en el sur de México son interesantes, pero el hecho real es que la pobreza no ha disminuido y la inseguridad tampoco. Es verdad que la pandemia nos pegó a todo el mundo, pero resulta indiscutible que a México le fue peor que a otras economías porque la infraestructura de salud es precaria y no se ha podido revertir la tendencia. De modo que tomará algunas generaciones revertir esta tendencia de deterioro de la infraestructura sanitaria frente al abandono y la corrupción. Todo esto sin tomar en cuenta que el covid tuvo efectos sobre la población porque tenemos un serio problema de co-morbilidades que nos hace más vulnerables a los desastrosos efectos de enfermedades de esta naturaleza.
El gobierno federal actual ha tomado la bandera de limpiar la corrupción en la administración pública y nadie podría estar en desacuerdo con semejante cruzada, muy necesaria frente a los escandalosos ejemplos del gobierno pasado que terminó casi por aniquilar a los restos del PRI, para no irnos más atrás en el tiempo, aunque el panismo igualmente tuvo sus propios ejemplos. Sin embargo, estas prácticas no solamente ocurren en todo el mundo con distintos recursos institucionales y sociales para encararla, sino que se necesitan nuevos diseños en los apartos del Estado que actúen como contrapeso, pero me temo que estos han sido prácticamente destruidos por el nuevo régimen actual, bajo el argumento de que resultan parte del ominoso pasado neoliberal que se necesita extirpar como un cáncer. Pero el desafío es enorme frente a la descalificación y deterioro institucional en estos terrenos, pues no solamente se necesita voluntad política para generar los cambios deseados por todos. Y en este oscuro y poco promisorio panorama pasarán generaciones antes de mirar cambios sustantivos en estas cuestiones que tanto lastiman la confianza ciudadana en la autoridad.
Políticos de siempre, no hay reciclaje y liderazgos jóvenes, como sí está ocurriendo en otros lugares de América Latina, por ejemplo, en Chile. La gran mayoría de los integrantes de México Colectivo se han dedicado a la política toda su vida y deben alcanzar una edad promedio cercana a los 80 años. Siendo un país de jóvenes, nos parecemos mucho más a la vieja estirpe burocrática o vetusta clase política como la que imperó en los antiguos países comunistas. Es obvio que esta casta de políticos de cuño antiguo pretendió hacer un uso mediático y político de la imagen del Ing. Cárdenas, dadas las diferencias y críticas que se han hecho públicas en torno al actual gobierno.
Con todo, sorprendió a muchos el deslinde hecho por el Ing Cárdenas después de que en la mañanera el presidente Obrador fustigara las opiniones del grupo al cual se había adherido. Lo más suave fue ubicar a Cárdenas en la vertiente socialdemócrata de los conservadores, en la lógica binaria con que el presidente discrimina quienes forman parte del grupo que lo apoya de quienes integran sus adversarios. No sabemos qué fue lo que motivó la decisión de
distanciamiento del Ing. Cárdenas en torno al grupo México Colectivo, pero su postura fue elogiada por el presidente y todo parece volver a la calma, sin que esto signifique que se hayan eliminado las diferencias.
Así, va calentándose el ambiente político y entramos al tobogán de las campañas para descalificar a los oponentes con el único fin de tomar el poder o retenerlo. La ciudadanía, como siempre, será la estelar invitada de piedra. |