Siguenos
Lunes 20 de octubre de 2025
8 de marzo: Entre el misterio y la indignaci�n

Actualizado: 2023-03-08

8 de marzo:


Entre el misterio y la indignación


 


Por: Efraín Quiñonez León


miércoles, 8 de marzo de 2023


 


Si el tema no fuera tan delicado y trágico para las víctimas, el asunto de la denuncia por acoso sexual a un integrante destacado de la ayudantía del gobernador, la cuestión se convertiría en có-mica por los argumentos de quienes debieran tomar decisiones al respecto.


La máxima autoridad de Veracruz fue cuestionada sobre el asunto y, entre otras cosas, aseguró que no se encubrirá a nadie y que la investigación por acoso sexual sigue su propio curso. En Ve-racruz, dijo, no se protege a nadie. Resaltó, además, que quien ha sido públicamente denunciado fue separado del cargo, lo cual no significa que eso detendrá las investigaciones que ya se llevan a cabo. Ok!


De manera un tanto cándida, el gobernador de Veracruz ha esgrimido sobre el caso que no estaba enterado de la situación. Una de dos, o el gobernador miente, o vive en otro planeta. Como lo se-gundo es imposible, lo primero es lo que más se sostiene. Es difícil creer que ostentando el cargo que tiene carezca de información relevante acerca de lo que hacen sus subordinados, máxime cuando se trata de temas tan delicados. Peor aún, vamos a suponer por un minuto que el goberna-dor dice la verdad, es decir, que no estaba enterado del caso. Ok!! de nueva cuenta. Pero si desde enero una asociación civil en Xalapa ya había denunciado al menos 17 casos de acoso sexual que padece el gremio policial femenino de la Secretaría de Seguridad Pública estatal; la pregunta es ¿cómo es que el gobernador no se enteró? Tuvo que estallarle la bomba en la cara a través de La-tinus, en el segmento de noticias del periodista, Carlos Loret, para que de manera fulminante el funcionario denunciado fuera cesado en el cargo en que se desempeñaba. Además, el gobernador declara que, en realidad, ya había sido separado del cargo desde el mes de enero. La pregunta es ¿cómo es que no sabía, pero dice que ya había sido separado del cargo desde el mes de enero el funcionario en cuestión? La vida puede no solamente ser cómica, sino hasta sarcástica, pues las explicaciones de la máxima autoridad de Veracruz son parecidas a las viejas estrofas de burun-danga, aquella canción popular interpretada por la gran Celia Cruz con la Sonora Matancera: ... y molina y tongo le dio a borondongo, borondongo le dio a bernabé....


Pero la sinceridad del ejecutivo estatal con el intríngulis acerca de lo denunciado, abre la posibi-lidad de la rectificación para confirmar y reafirmar que ya se habían tomado decisiones al res-pecto. Siendo alguien quien posee todas las confianzas del presidente por su honestidad, la since-ridad del gobernante no puede ser rehén de sus desatinos, muchísimo menos de sus eventuales aciertos. Por lo tanto, la pregunta que se impone es la siguiente: ¿si ya se habían tomado medidas qué necesidad había de no reconocerlas o, peor aún, caer en contradicciones?


No poseo ningún elemento que me permita cuestionar la sinceridad del ejecutivo estatal en torno al acoso sexual y, en general, la violencia que se ejerce hacia las mujeres, como uno de los temas que le preocupan, pero pensar que con los protocolos que teóricamente se diseñaron para atender a las víctimas habrán de solucionarse las diferentes modalidades en que se configura los ataques a las mujeres, no solamente resulta ingenuo sino que, además, condensa el brutal reconocimiento de que es poco lo que se puede hacer ante la zona de desastre institucional que significa la procu-ración de justicia en la entidad.


Mientras todo esto pasaba y, vamos a creerle al gobernador, este penoso asunto no llegaba hasta sus oídos, se acumularon dos casos más de acoso sexual para cerrar la cifra hasta ahora con 19 denuncias en la institución de la cual brotan inconformidades. El gobernador asegura que las co-sas no eran necesariamente así, es decir, pretendió relativizar el tema del acoso "porque ya cono-cemos a Loret". Aceptando que quienes tuvieron el valor de denunciar no hayan dicho toda la verdad ¿no sería esto acaso el mejor momento para que la autoridad tome el problema con la ma-yor seriedad posible, se realice una investigación a fondo y se ofrezca una respuesta adecuada a las víctimas?


El gobernador no está obligado a saber de leyes e instituciones de justicia, sean estas tan probas como en Noruega o tan deficientes como las nuestras, pero cuenta o debería poseer la sensibili-dad necesaria y las facultades para actuar en consecuencia, de modo que las víctimas puedan contar con su respaldo frente a los agravios sufridos. La impresión es que el ejecutivo estatal es sensible ante estos casos, pero tiene un poder mermado frente a los distintos grupos que se repar-ten espacios de poder en la entidad.

AVC Noticias 2013 - Contacto [email protected]Diseño Amarillo Estudio • Programación Sinergia Digital