FELIPE DE JESÚS FERNÁNDEZ BASILIO
DESDE A JANELA
¿LIBERTAD DE EXPRESIÓN?
Todavía la constitución mexicana establece que la libertad de expresión es un derecho humano que debe de ser respetado por el Estado, y digo todavía, porque con la mayoría espuria de la que se hizo el oficialismo en las cámaras esto puede cambiar.
Ya nos dimos cuenta que ganas de acabar con la libertad de expresión no le faltan al gobierno de la transformación que no fue y ni tampoco será, pues el 15 de noviembre aplicaron todas las recetas cubanas y de Maduro para acallar a las voces que hacían genuinos reclamos al gobierno.
Desde antes de esa fecha, la señora Sheinbaum se dedicó a descalificar con todos los medios a su alcance a los protestantes, ya que dijo que no eran jóvenes, que estaba la “ultraderecha internacional” detrás de ellos y un sinnúmero de descalificaciones.
Llegado el día de la protesta mandó a bloquear casi todas las entradas al Zócalo de la Ciudad de México dejando libre solamente una para así atrapar a quienes marchaban, luego desplegó grupos vandálicos que generaron violencia y envió a la policía a golpear, gasear y apresar solamente a quienes protestaban, ya que a ningún encapuchado atraparon.
Luego, al mejor estilo cubano (en donde marchar contra el gobierno en la vía pública puede costar treinta años de cárcel) acusó a algunos de los detenidos de homicidio en grado de tentativa para garantizar que no salgan de prisión y enviar el mensaje de que protestar puede costar una buena temporada en la cárcel.
Y, para terminar pasado el día de los hechos minimizó el número de marchantes y exhibió en cadena nacional a una persona, de quien dijo que era el organizador y que había recibido un contrato millonario por parte de un partido de oposición (el PAN), provocándole un temor fundado a ser víctima de la delincuencia y prácticamente obligándole a marchar al exilio.
Así es, en todo este catálogo de acciones sistemáticamente articuladas por la lugarteniente de la presidencia de la república vimos la descalificación y la represión, eso fue lo que vimos.
Lo que no vimos fue una acción tendiente a atender el fondo del reclamo que es tener paz y seguridad y no lo vimos, porque a la señora Sheinbaum y al gobierno que le encargaron regentar no le interesa dicho reclamo, porque no solo depende del crimen organizado, sino que es parte del crimen organizado.
Por esa razón es que las acciones del gobierno se encauzaron en desacreditar tanto a la marcha como a quienes la convocaron y participaron en ella, en lugar de atender los reclamos de tener seguridad.
¿A caso puede esperarse que quién encubre a la barredora y al huachicol fiscal tenga algo de empatía hacia quienes no quieren pagar derecho de piso?
Desde luego que no, mejor es que los maten (como a Manzo y a Bravo) y luego hablar y hablar sobre la “ilegitimidad” de la marcha que reclama esos asesinatos y que pide vivir en paz y así olvidarse de Adán Augusto y del almirante Ojeda Durán (el tío de los famosos sobrinos) y desde luego de la vida de sultanes que se dan los López, Noroña, Monreal y demás personajes del oficialismo.
Ah, pero eso sí, cuando llevan a ese mismo Zócalo a sus acarreados para rendir culto a la personalidad de su líder supremo, y de pasada un poquito a la de ella, ahí puede haber coacción económica o laboral pero no habrá vándalos ni granaderos.
Así es, tienen todo el poder y buscan por todos los medios posibles perpetuarse en él para así eliminar a todo aquel que denuncie al crimen organizado del que la transformación que no fue y ni tampoco será es una parte muy importante y por ello les resulta indispensable acabar tanto legalmente como en los hechos con la libertad de expresión.
[email protected]
Twitter: @FelipeFBasilio